El proceso de manumisión de los esclavos en Ecuador fue largo y complicado. Aunque se prometió la libertad a los esclavos que lucharon en la independencia (1822), no se cumplió de inmediato. Vicente Aguirre, militar quiteño, impulsó leyes para liberar a los hijos de esclavos nacidos después de la victoria en la Batalla de Pichincha. Sin embargo, la verdadera manumisión solo ocurrió en 1851, tras años de demoras y compensaciones a los dueños, y el sistema de concertaje (servidumbre por deuda) persistió hasta 1916.
A lo largo del tiempo, las comunidades negras, influenciadas por la educación religiosa, empezaron a cuestionar la esclavitud, especialmente tras el censo de 1779, que mostró que había más negros libres que esclavos. En 1851, cuando se promulgó la ley de manumisión, solo quedaban 2.484 esclavos en el país, quienes fueron liberados una década después.
En cuanto al trabajo, la primera ley laboral de Ecuador se promulgó en 1903, regulando jornadas laborales en comercio e industria. En 1938, se aprobó el Código del Trabajo, que recopiló varias normativas laborales previas, aunque sin cambios significativos. Este proceso refleja las tensiones sociales y la lucha por la libertad e igualdad en Ecuador.