Los amplificadores operacionales (amplificadores op-amp) son componentes electrónicos muy versátiles y tienen las siguientes características:
1. Alta ganancia de voltaje: Tienen una ganancia de voltaje muy alta, generalmente en el rango de 100,000 o más, lo que permite amplificar señales muy pequeñas.
2. Alta impedancia de entrada: Poseen una impedancia de entrada muy alta (idealmente infinita), lo que significa que no cargan la fuente de señal y minimizan la corriente de entrada.
3. Baja impedancia de salida: Tienen una impedancia de salida muy baja (idealmente cero), lo que permite entregar corriente a la carga sin pérdida significativa de voltaje.
4. Amplio rango de ancho de banda: Pueden amplificar señales en un rango amplio de frecuencias, aunque la ganancia disminuye a frecuencias muy altas (limitada por el producto ganancia-ancho de banda).
5. Rechazo de modo común (CMRR): Tienen un alto índice de rechazo de modo común, lo que significa que pueden rechazar señales que sean comunes a ambas entradas y amplificar solo la diferencia entre ellas.
6. Bajo nivel de ruido: Los amplificadores operacionales de buena calidad generan poco ruido eléctrico, lo cual es importante en aplicaciones sensibles.
7. Estabilidad térmica: Están diseñados para mantener un rendimiento estable en un amplio rango de temperaturas.
8. Balanceo de las entradas: Las entradas inversora y no inversora están diseñadas para mantenerse en equilibrio eléctrico, lo que es importante para la precisión y el funcionamiento en configuraciones diferenciales.
9. Alimentación dual o simple: Pueden funcionar con fuentes de alimentación duales (por ejemplo, ±15V) o con una fuente de alimentación simple (por ejemplo, 0 a +12V).
10. Versatilidad: Se pueden usar en diversas configuraciones como amplificadores inversores, no inversores, integradores, diferenciadores, filtros, sumadores y más.
Estas características hacen que los amplificadores operacionales sean fundamentales en circuitos electrónicos analógicos.