Producir electricidad usando gas metano, también llamado biogás, es una forma ecológica de usar la basura orgánica que generamos todos los días, como restos de comida o vegetales. Este gas se forma cuando esos residuos se descomponen, y luego se puede usar como combustible para generar energía. Todo este proceso se hace en lugares llamados biodigestores o en rellenos sanitarios.[1]
Con ese biogás se pueden hacer funcionar motores o turbinas que generan electricidad, como si fueran generadores pequeños. Es una ventaja económica porque se usa una energía que viene de fuentes que siempre están disponibles y que podamos renovar. [2]
[1]Asís, Hernán G, Fabián Dopazo, y Paulo J Gianoglio. «PRODUCCIÓN DE ENERGÍA A PARTIR DE BIOGÁS OBTENIDO DE RESIDUOS SÓLIDOS URBANOS», s. f.