Ejecución del plan de proyecto: es la fase del ciclo de vida de un proyecto en la que se llevan a cabo las actividades definidas en la planificación, con el objetivo de alcanzar los objetivos establecidos y entregar los resultados esperados. Es la fase en la que se ponen en marcha las actividades planificadas.
Análisis de Riesgo: es un proceso sistemático y continuo que se lleva a cabo en la gestión de proyectos con el objetivo de identificar, evaluar y mitigar los eventos o circunstancias que podrían afectar negativamente el alcance, el cronograma, el presupuesto o la calidad del proyecto.
Planificación: es una de las fases más importantes del ciclo de vida de un proyecto de construcción. Un plan de proyecto bien elaborado es esencial para garantizar que el proyecto se complete dentro de los plazos, los presupuestos y los requisitos de calidad establecidos.
Sostenibilidad en gestión de proyectos: es una metodología que integra principios de sostenibilidad en todas las fases de un proyecto, desde la planificación hasta la finalización. Esta práctica busca minimizar el impacto ambiental negativo, optimizar el uso de recursos naturales y promover el bienestar social y económico a lo largo del ciclo de vida del proyecto. Al adoptar prácticas sostenibles, los gestores de proyectos de construcción contribuyen a la creación de entornos construidos más saludables, eficientes y resilientes.
Gestión integrada de proyectos y la gestión de la cadena de suministro: es una estrategia que permite optimizar los recursos, reducir costos y mejorar la calidad de los proyectos. Al combinar estas dos disciplinas, las empresas constructoras pueden obtener una ventaja competitiva y satisfacer mejor las necesidades de sus clientes.