En resumen, la generación distribuida y las tecnologías emergentes son fundamentales para lograr una mayor eficiencia, resiliencia y sostenibilidad en el sistema energético. Estas prácticas permiten una mayor diversificación de fuentes de energía, reducción de pérdidas, promoción de energías renovables y empoderamiento de los consumidores.
Es importante destacar que la generación distribuida y las tecnologías emergentes están en constante evolución y desarrollo, por lo que es necesario seguir investigando e invirtiendo en estas áreas para aprovechar al máximo sus beneficios y potencialidades.