La desregulación en el sector eléctrico ha dado lugar a una nueva forma de generación conocida como Generación Distribuida (G.D.). Esta modalidad abarca tanto recursos renovables como no renovables, además de unidades de cogeneración y regeneración, y tecnologías de almacenamiento de energía.
La adopción de sistemas de G.D. ofrece numerosas ventajas en comparación con los métodos convencionales. Entre estas ventajas se encuentran la reducción de los costos de energía para los consumidores, menores pérdidas durante la transmisión, una disminución de las emisiones de dióxido de carbono, la producción de energía eléctrica de mayor calidad y un sistema eléctrico más robusto y menos vulnerable.
Actualmente, los motores de combustión interna son la tecnología más desarrollada en el mercado. Posteriormente, se han incorporado microturbinas de gas en estas aplicaciones de microtrigeneración. Además, las pilas de combustible son consideradas alternativas muy prometedoras debido a su alta eficiencia y la posibilidad de hibridación con otras tecnologías.
- Motores de Combustión Interna.
Utilizan combustibles fósiles (como gas natural, diésel, o biogás) para generar electricidad y aprovechar el calor residual para calefacción y refrigeración.
- Microturbinas de Gas
Pequeñas turbinas que utilizan gas natural o biogás para generar electricidad y aprovechar el calor residual.
- Pilas de Combustible
Generan electricidad a través de una reacción química entre hidrógeno y oxígeno, con la posibilidad de capturar el calor residual.