
La intensidad eléctrica (medida en amperios) representa la cantidad de corriente que fluye por un conductor, y debe mantenerse dentro de los límites adecuados para evitar daños. Por su parte, la tensión eléctrica (voltaje) es la fuerza que impulsa esa corriente, y su nivel varía según el tipo de instalación (residencial, industrial, etc.).
-La sobreintensidad, o sobrecorriente, es una situación en la que la intensidad de corriente eléctrica que circula por un conductor excede el valor nominal o permitido. Esto puede causar sobrecalentamiento, lo que puede conducir a riesgos de incendio o daños a los equipos.
-Una sobretensión es un aumento de tensión eléctrica entre dos puntos de un circuito o instalación, que excede los valores máximos normales. Este incremento puede ser temporal (transitorio) o mantenido en el tiempo (permanente). Las sobretensiones pueden causar daños a equipos electrónicos y afectar la seguridad de las instalaciones.
Los defectos de aislamiento ocurren cuando los materiales que deben impedir el paso de corriente fallan, provocando fugas que pueden generar descargas eléctricas o incendios. Para detectar y proteger ante estos fallos, se usan dispositivos como los interruptores diferenciales y sistemas de puesta a tierra.