Los dispositivos de protección son esenciales para salvaguardar sistemas eléctricos. Se dividen en 3.
Cada dispositivo asegura la protección de los sistemas eléctricos y la seguridad de las personas.
1. Sobreintensidad: Protegen contra sobrecargas y cortocircuitos, desconectando el circuito cuando la corriente excede un límite seguro. Ejemplos: fusibles e interruptores automáticos.
2. Sobretensión: Protegen los equipos de picos de tensión peligrosos, evitando daños por variaciones excesivas de voltaje. Ejemplo: supresores de sobretensión.
3. Defectos de aislamiento: Detectan fallos en el aislamiento de cables o equipos, previniendo riesgos eléctricos como choques o incendios. Ejemplo: relés de protección a tierra.