1. Dispositivos de Protección:
En instalaciones eléctricas, estos dispositivos evitan daños a personas y equipos ante fallas como sobrecargas, cortocircuitos o fugas de corriente. Incluyen interruptores automáticos, fusibles, protectores diferenciales y dispositivos contra sobretensiones. Su función principal es interrumpir el suministro eléctrico en condiciones peligrosas.
2. Sobre Intensidades:
La intensidad de corriente representa el flujo de electrones en un circuito. En una instalación, una intensidad superior a la nominal puede causar sobrecalentamiento de conductores, deterioro del aislamiento y riesgo de incendio. Por ello, se deben dimensionar adecuadamente los conductores y utilizar protecciones contra sobreintensidades.
3. Sobre Tensiones:
La tensión es el potencial eléctrico que impulsa la corriente. En instalaciones, debe mantenerse dentro de límites seguros. Las sobretensiones transitorias (como las provocadas por rayos o maniobras) pueden dañar equipos, por lo que se emplean protectores de sobretensión (SPD) y una buena puesta a tierra.
4. Defectos de Aislamiento:
Consisten en la pérdida de capacidad de los materiales aislantes para resistir la tensión eléctrica, provocando fugas de corriente. En instalaciones eléctricas, estos defectos son peligrosos y pueden causar descargas o incendios. Se detectan mediante pruebas de aislamiento y se previenen con mantenimiento adecuado y protecciones diferenciales.